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Arquitectura Futurista

El futurismo fue un movimiento vanguardista que ocurrió a principios del siglo XX, el cual, como principio fundamental rechazaba la forma tradicional del arte y destaca el estilo de la vida contemporánea. El estilo introduce nuevas particularidades en dos aspectos destacables: el movimiento y la máquina.

Este movimiento comenzó en Italia a principios del Siglo XX. Su fundador fue el arquitecto Filippo Tommaso. Marinetti, quien produjo su primer manifiesto, el Manifiesto del futurismo o también conocido como Manifiesto Futurista (1909).

El movimiento tan innovador (y estamos hablando de 1909), atrajo no solo a arquitectos, sino también a poetas, músicos y artistas (como Umberto Boccioni, Giacomo Balla, Fortunato Depero y Enrico Prampolini).

La arquitectura futurista estableció nuevos conceptos de construcción basados en la perspectiva de la velocidad como elemento fundamental que los futuristas consideran para la vida moderna. El interés de los futuristas está enfocado en todo lo nuevo y lo relacionado con la tecnología.

Hacía los años 20 y 30, la corriente evolucionó hacia el estilo de arquitectura Art Deco, la cual muestra formas aerodinámicas por lo que también fue considerada como futurista, su nombre original fue Art Deco y posteriormente se convirtió en Arte Moderno.

El arquitecto italiano Sant’Elia, impulsó el Manifiesto de la Arquitectura Futurista de 1909, el cual, además de la propuesta de romper con todos los cánones de la arquitectura tradicional, incorporó elementos y/o materiales impensables para la época como el hierro, el cristal, junto con el concreto armado, el cartón, los textiles y todos los sustitutos de la madera, piedra y el ladrillo, lo cual, permiten obtener a los conceptos arquitectónicos la máxima elasticidad y ligereza en su estructura.

Después de la Segunda Guerra Mundial, la corriente del futurismo y se debilitó, sin embargo, posteriormente se redefinió gracias al entusiasmo por el inicio de la carrera espacial, la producción en serie de las fábricas, la era atómica, la cultura del automóvil y el uso del plástico.

Muchos expertos establecen que el futurismo no es un estilo, sino un enfoque arquitectónico libre y desinhibido, por lo que fue reinterpretado y transformado por las generaciones de arquitectos en las décadas siguientes, pero en general incluye formas increíbles con líneas dinámicas y contrastes agudos, así como el uso de materiales tecnológicamente avanzados.

A finales de los años 60 y principios de los 70 por los arquitectos el Futurismo sería impulsado por los finlandeses Eero Saarinen; y Alvar Aalto, el arquitecto estadounidense Adrian Wilson y Charles Luckman; Los arquitectos daneses Henning Larsen y Jørn Utzon; el movimiento arquitectónico más tarde fue llamado “Neo-Futurism” por el arquitecto francés Denis Laming.

 

Para entender más, y dejar en claro este concepto, algunas edificaciones realizadas bajo este tipo de obra son: la Catedral de Brasilia de Oscar Niemeyer, la estación del PATH del World Trade Center de Santiago Calatrava, el Museo de Arte Nacional en Osaka de César Pelli, y el Pabellón Puente de la Exposición Internacional en Zaragoza de Zaha Hadid, entre otros.

La arquitectura futurista está basada en el cálculo, pero con la audacia temeraria y de la sencillez; ofrece al espectador y al ocupante, líneas oblicuas y líneas elípticas dinámicas.

Una de las características fundamentales de la arquitectura futurista serán la caducidad y la transitoriedad.  Las casas durarán menos que nosotros. Cada generación fabricará su ciudad de acuerdo con sus propios intereses y objetivo. Esta constante renovación del entorno arquitectónico contribuirá a este movimiento que evoluciona con el tiempo y se adapta a las tendencias.

Otras de sus características más relevantes son:

Formas: Las edificaciones se destacarían por sus líneas dinámicas y con mayor poder expresivo al de las líneas horizontales y perpendiculares. Su belleza y valor también estarán plasmadas en sus materiales al natural, sin ornamentos, tallados o pinturas, para darle simplicidad a las obras. Las fachadas reducen su importancia y se tiende a la asimetría completa de la construcción.

Estructura y construcción: Tiene como característica la construcción en módulos.

Materiales: El hierro y el cristal, junto con el concreto armado, seguirán siendo los elementos más utilizados. Aunque se irán incorporando poco a poco materiales que harán que este tipo de arquitectura también sea sustentable.

La decoración no existe en el futurismo, la decoración es la construcción (obra) misma, por eso los autores (arquitectos) de este estilo de arquitectura son tan celosos de los materiales que utilizarán pues equivalen a la pintura y los pinceles con los que se interpretará la obra.

Este tipo de arquitectura debe entenderse desde el punto de vista de que, quien la construye tiene un tipo de pensamiento muy diferente a las demás personas, esto es, no es apegado a la realidad, sino a un tiempo que aún no ha llegado, pero se realizan proyecciones para poder entender lo que nos depara el futuro.

Incluso, en muchos de los casos se puede interpretar que se deja de lado la funcionalidad por convertir la construcción o la obra en un concepto artístico urbano, el cual busca plasmar con características actuales, la vida moderna que viene.

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