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Grandes Arquitectos Mexicanos Mario Pani, El Urbanista Visionario

Mario Pani Darqui nació en la Ciudad de México el 29 de marzo de 1911. Su padre era diplomático del Gobierno de México, lo que le permitió realizar sus estudios entre México, Italia y Paris.

Desde niño estuvo envuelto en temas de arquitectura e ingeniería, dado que varios familiares se dedicaban a construir diferentes tipos de obras.  Estudió arquitectura en la Escuela Nacional de Bellas Artes de París, y después fue validada por la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM.

Sus primeras obras no tuvieron gran relevancia, fueron proyectos pequeños, sin importancia, pero Pani logró de hacerse de un lugar al competir por proyectos con los grandes arquitectos de la época, asumiendo obras de mayor relevancia. Así su arquitectura fue evolucionando hasta convertirse en obras artísticas por lo que fue reconocido.

Mario Pani comenzó a tener una obsesión por la funcionalidad, influenciado por las ideas de Le Corbusier, pero adaptó sus proyectos a las necesidades del momento y época. La combinación de sus conocimientos europeos con las propuestas de su país dio como resultado grandes obras que comenzaron a ser visibles en Ciudad de México.

Además de ser arquitecto, Pani fue fundador del Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México (1946), de la revista “Arquitectura” (1948), que publicó la obra de arquitectos como Augusto H. Álvarez, Juan O’Gorman, José Villagrán García, Vladimir Kaspé y Mathias Goeritz.

Sin duda, una de las cosas que marcó su trayectoria, fue su preocupación por los problemas sociales, adelantándose a los problemas de crecimiento poblacional, por lo que se consolidó como un visionario al planear y diseñar con anticipación y las técnicas más avanzadas de urbanismo, debido al crecimiento acelerado que presentaba la Ciudad de México, por lo que propuso desarrollar vivienda vertical para albergar en poco espacio un gran número de familias, desarrollando un complejo de edificios en Tlatelolco.

Participo en la creación de nuevos asentamientos urbanos como Ciudad Satélite, un fraccionamiento residencial, ubicado al noroeste de la Ciudad de México, en el municipio de Naucalpan de Juárez, en el Estado de México.

Desarrollada junto a su amigo y en algún momento socio José Luis Cuevas en 1954 la obra era concebida como una «ciudad fuera de la ciudad», y fue uno de los proyectos del urbanismo mexicano más importantes y ambiciosos del siglo XX.

A pesar de haber sido planeada como una ciudad satélite a la Ciudad de México, el rápido al crecimiento económico y crecimiento poblacional, el fraccionamiento se convirtió en el núcleo económico y social de la expansión territorial, ya que pronto de vería rodeada de otros fraccionamientos habitacionales y colonias aledañas, como Lomas Verdes, Echegaray, Los Pastores, Santa Mónica, La Florida, Colonial Satélite, Boulevares, Jardines de Bellavista, Fuentes de Satélite y Jardines de Satélite.

Mario Pani también creó una buena parte de los edificios públicos y gubernamentales de la Ciudad de México, así como emblemáticas como la Torre de Rectoría en Ciudad Universitaria (UNAM), el Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco, la Torre Insignia la Escuela Normal Superior, el Conservatorio Nacional de Música y algunas obras más.

Los conceptos de urbanismo y planificación siguieron desarrollando la carrera de Pani. En 1945 elaboró un proyecto para el cruce de Avenida Paseo de la Reforma e Insurgentes.

En 1948 abrió su despacho de urbanismo junto con su amigo, otro arquitecto mexicano José Luis Cuevas, donde juntos colaboraron en diferentes proyectos de gran magnitud, como la planificación de la zona sur oriente de Ciudad de México, la industrial de Guadalajara, la regional de Acapulco y en Yucatán.

Junto con otro arquitecto Enrique Del Moral, llevaron a cabo uno de los proyectos más ambiciosos y ahora representativos de la Ciudad de México, como la planificación general y el proyecto de conjunto de la Ciudad Universitaria de la UNAM.

Pani siempre puso por delante la función pública de sus obras a la estética, le gustaba colaborar con otros arquitectos, y por eso llamó para sus trabajos a artistas como José Clemente Orozco, Carlos Mérida, Luis Ortiz Monasterio, Armando Quezada y Germán Cueto, entre otros.

Pani, falleció a la edad de 81 años, el 23 de febrero de 1983 en la Ciudad de México, donde adquirió la fama mundial por la obra y su servicio público al país.

Sus obras continúan siendo un emblema de la ciudad, pero el objetivo social que planeó en sus conjuntos no se logró del todo. Además, durante el terremoto de 1985 colapsaron el edificio Nuevo León en Tlatelolco y buena parte del Multifamiliar Juárez, razón por la que también arreciaron las críticas a su trabajo y al de la modernidad de la arquitectura en general. Muchas de sus obras fueron entonces reforzadas, lo que a buen seguro permitió que resistieran el terremoto que vivió la ciudad el año pasado.

Mario Pani es el mejor exponente de una época, la de gran parte del siglo pasado, en la que no existían normas de construcción en materia sísmica, la arquitectura se encontraba en un periodo de experimentación con materiales novedosos, la tecnología constructiva distaba mucho de la actual y en la que el mantenimiento de los edificios no era una prioridad.

Situado en una época concreta del desarrollo de México, Mario Pani ha pasado a la historia como un original, funcional y prolífico arquitecto con más de 136 proyectos realizados en medio siglo de vida profesional, como escuelas, hospitales, edificios públicos, aeropuertos, obras de carácter residencial, edificios comerciales, oficinas y hoteles.

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