Cuando se habla del futuro, muchas veces se tiene la idea que éste llegará en 10 o 20 años.  Por poner un ejemplo, en el sistema financiero, el futuro era imaginado en un mundo donde la gente no utilice efectivo, y todas compras de bienes y servicios serían pagadas con tarjetas de crédito, por medio del teléfono celular y hasta con la huella digital.

Sin embargo, el futuro ya se adelantó en gran parte, por lo menos para ese sector, pues la pandemia aceleró la adopción de los usuarios de servicios financieros del pago por medios electrónicos como tarjetas de crédito y transferencias electrónicas más rápido de lo que se esperaba.

En arquitectura y urbanismo la visión es diferente, el cambio viene poco a poco, la visión futurista que se tiene sobre la infraestructura cada vez es más notoria en edificios y diferentes tipos de construcciones, sin embargo, todavía son puntos aislados, no es una transformación de grandes magnitudes, debido que se requieren de inversiones importantes para lograrlo.

Para ello, es necesario entender el panorama. Hoy en día el 55% de las personas del mundo vive en ciudades y expertos pronostican que esa cifra se incrementará 13% hacia el 2050, esto significa que el 68% de la población vivirá en zonas urbanas.

De acuerdo con un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), México y Sao Paulo estarán dentro de las 100 ciudades con más población en el mundo.

Retomando el tema de las construcciones futuristas, muchos expertos coinciden que estas serán conceptualizadas con diferentes ideas y tendencias, conviviendo con vehículos eléctricos y gente transportándose en bicicleta, esto significa que la tecnología y las soluciones sostenibles estarán unidas en un gran concepto de realidad.

Lo que conocemos hasta ahora en muchos aspectos nos puede dar pistas de lo que podremos ver en esas ciudades, Songdo en Corea del Sur es un ejemplo de ello, ahí, conviven áreas verdes con la mancha urbana de una manera armónica, los rascacielos obtienen energía por medio de celdas solares, en la mayoría de las casas no hay un solo interruptor o grifo, pues todo funciona a través de sensores para ahorrar recursos.

Los semáforos y escaleras eléctricas se activan al detectar peatones cerca, los ciudadanos pueden encontrar una excelente conexión a internet en todo momento y la oferta educativa es de las más vanguardistas, combinando conocimiento y tecnología.

Los servicios del gobierno estarán cada vez más adaptados a internet, para que la gente no tenga que trasladarse a las oficinas (e-government), vehículos eléctricos de conducción autónoma, huertos urbanos, en fin, el concepto de usar tanta tecnología es simplemente para lograr un lugar más placentero y confortable.

El cuidado de los recursos y el medio ambiente será crucial, si bien el ser humano convivirá con soluciones que en gran medida lo harán por nosotros, estos recursos serán escasos, por lo que el cuidado será mucho más riguroso que el que llevamos a cabo hoy en día.

La construcción de edificios e infraestructura tendrá que emplear materiales más eficientes, con diseños que permitan el uso de sistemas de calefacción, refrigeración, distribución de agua e iluminación (natural y artificial) que aproveche las condiciones climáticas naturales, como la recolección de agua de lluvia. Usará elementos de energía renovables para disminuir la huella de carbono y reducir significativamente los gases de efecto invernadero.

Estas edificaciones deberán ser adaptadas para cada región, es decir, deberán ser adaptadas para sismos en ciudades donde la presencia de estos es más común, resistir inundaciones y huracanes en lugares cercanos al mar o en zonas de mucha lluvia.

Los gobiernos serán actores clave para desarrollar soluciones en movilidad urbana sustentable con el fin de fomentar ciudades más resilientes, seguras e inclusivas, con igualdad de género.

La seguridad implementará plataformas de comunicaciones y videocámaras que conectarán a la policía con patrullas para la atención ciudadana las 24 horas, con tecnologías de inteligencia artificial que ayudan a coordinan mejores operativos policiacos hasta video seguridad con análisis predictivos para salvar vidas ante desastres naturales.

Las ciudades no se parecerán una a otra, cada una administrará sus recursos de manera específica, tomando en cuenta el ritmo de vida de las personas que la habitan, la densidad poblacional, su cultura, clima y estilo de vida, serán ciudades vivas, que pese a estar predominadas por la tecnología, tendrán un toque humano muy especial conforme a cada región.

Como podemos ver la tecnología enfocada al servicio de las personas será una pieza fundamental para el desarrollo del ser humano en un futuro más cercano de lo que parece.  La auto suficiencia energética y el cuidado de los recursos será indispensable para desarrollar y mantener una calidad de vida en conjunto, dejaremos en gran medida de ser individuos para pensar colectivamente, es decir, la tecnología, nos hará más humanos.